Corteza motora
En los capítulos anteriores se han tratado los niveles inferiores de la jerarquía motora (la médula espinal y el tronco encefálico), que están implicados en el procesamiento de bajo nivel, de “tuercas y tornillos”, que controla la actividad de los músculos individuales. Las neuronas motoras alfa individuales controlan la fuerza ejercida por un músculo concreto, y los circuitos espinales pueden controlar comportamientos sofisticados y complejos como la marcha y los actos reflejos. Sin embargo, los tipos de movimientos controlados por estos circuitos no se inician de forma consciente. Los movimientos voluntarios requieren la participación del tercer y cuarto nivel de la jerarquía: la corteza motora y la corteza de asociación. Estas áreas de la corteza cerebral planifican las acciones voluntarias, coordinan las secuencias de movimientos, toman decisiones sobre las estrategias y elecciones de comportamiento adecuadas, evalúan la idoneidad de una acción concreta teniendo en cuenta el contexto conductual o ambiental actual y transmiten órdenes a los conjuntos adecuados de neuronas motoras inferiores para que ejecuten las acciones deseadas.
Láminas de la corteza cerebral
1. La corteza motora primaria es la que más contribuye a generar los impulsos neuronales que bajan a la médula espinal y controlan la ejecución del movimiento. Sin embargo, algunas de las otras áreas motoras del cerebro también intervienen en esta función. Se encuentra en el lóbulo paracentral anterior, en la superficie medial.
2. La corteza premotora es responsable de algunos aspectos del control motor, entre los que se incluyen posiblemente la preparación para el movimiento, la guía sensorial del movimiento, la guía espacial del alcance o el control directo de algunos movimientos, con énfasis en el control de los músculos proximales y del tronco del cuerpo. Se localiza anterior a la corteza motora primaria.
3. El área motora suplementaria (o SMA), tiene muchas funciones propuestas, incluyendo la planificación del movimiento generada internamente, la planificación de secuencias de movimiento y la coordinación de los dos lados del cuerpo, como en la coordinación bimanual. Se encuentra en la superficie de la línea media del hemisferio anterior a la corteza motora primaria.
Corteza motora norsk
Las áreas motoras del cerebro están situadas en ambos hemisferios del córtex. Están situadas como un par de auriculares que se extienden de oreja a oreja. Las áreas motoras están muy relacionadas con el control de los movimientos voluntarios, especialmente los movimientos finos realizados con la mano. La mitad derecha del área motora controla el lado izquierdo del cuerpo, y la mitad izquierda del área motora controla el lado derecho del cuerpo.
En las profundidades de la materia blanca de la corteza cerebral hay masas subcorticales interconectadas de materia gris cerebral denominadas núcleos basales (o ganglios basales) que participan en el control motor. Los núcleos basales reciben información de la sustancia negra del mesencéfalo y de las áreas motoras de la corteza cerebral y envían señales a ambos lugares.
La mayoría de las neuronas de la corteza motora se proyectan a la médula espinal y hacen sinapsis en los circuitos interneuronales de la médula espinal. Se ha debatido la opinión de que cada punto de la corteza motora controla un músculo o un conjunto limitado de músculos relacionados. Varios experimentos en los que se examinó el mapa de la corteza motora mostraron que cada punto de la corteza motora influye en una serie de músculos y articulaciones, lo que indica un solapamiento significativo en el mapa.
Giro precentral
Mar52013AnatomíaBases del cerebroSusan SchwerinFigura 1a: Principales dominios corticales del sistema motor. La corteza motora primaria (M1) se encuentra a lo largo de la circunvolución precentral y genera las señales que controlan la ejecución del movimiento. Las áreas motoras secundarias participan en la planificación motora. El plano de sección se elabora en la figura 1b.
Casi todo el comportamiento implica una función motora, desde hablar hasta gesticular o caminar. Pero incluso un movimiento sencillo, como estirar la mano para coger un vaso de agua, puede ser una tarea motora compleja de estudiar. El cerebro no sólo tiene que averiguar qué músculos debe contraer y en qué orden para dirigir la mano hacia el vaso, sino que también tiene que calcular la fuerza necesaria para coger el vaso. Otros factores, como la cantidad de agua que hay en el vaso y el material del que está hecho, también influyen en los cálculos del cerebro. No es de extrañar que haya muchas regiones anatómicas que intervienen en la función motora.
El córtex motor primario, o M1, es una de las principales áreas cerebrales implicadas en la función motora. La M1 está situada en el lóbulo frontal del cerebro, a lo largo de una protuberancia llamada giro precentral (figura 1a). La función de la corteza motora primaria es generar impulsos neuronales que controlan la ejecución del movimiento. Las señales procedentes de la M1 cruzan la línea media del cuerpo para activar los músculos esqueléticos del lado opuesto del cuerpo, lo que significa que el hemisferio izquierdo del cerebro controla el lado derecho del cuerpo, y el hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo. Cada parte del cuerpo está representada en el córtex motor primario, y estas representaciones están organizadas somatotópicamente: el pie está junto a la pierna, que está junto al tronco, que está junto al brazo y la mano. La cantidad de materia cerebral dedicada a una parte del cuerpo en particular representa la cantidad de control que la corteza motora primaria tiene sobre esa parte del cuerpo. Por ejemplo, se necesita mucho espacio cortical para controlar los complejos movimientos de la mano y los dedos, y estas partes del cuerpo tienen representaciones mayores en M1 que el tronco o las piernas, cuyos patrones musculares son relativamente simples. Este mapa desproporcionado del cuerpo en el córtex motor se denomina homúnculo motor (figura 1b).