Etapas del desarrollo motor en la educación física
Una habilidad motriz es una función que implica movimientos específicos de los músculos del cuerpo para realizar una determinada tarea. Estas tareas pueden ser caminar, correr o montar en bicicleta. Para realizar esta habilidad, el sistema nervioso del cuerpo, los músculos y el cerebro tienen que trabajar juntos[1]. El rendimiento es el acto de ejecutar una habilidad o tarea motora. La práctica continua de una habilidad motora específica dará lugar a una mejora considerable del rendimiento, lo que conduce al aprendizaje motor. El aprendizaje motor es un cambio relativamente permanente en la capacidad de realizar una habilidad como resultado de la práctica continua o la experiencia.
Tanto la motricidad gruesa como la fina pueden debilitarse o dañarse. Algunas de las razones de estas deficiencias pueden ser causadas por una lesión, una enfermedad, un accidente cerebrovascular, deformidades congénitas (un cambio anormal en el tamaño o la forma de una parte del cuerpo al nacer),[4] parálisis cerebral y discapacidades del desarrollo. Los problemas en el cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos, los músculos o las articulaciones también pueden afectar a estas habilidades motoras y disminuir su control[5].
Habilidades motoras fundamentales
Los niños se mueven a través de una progresión de desarrollo en la adquisición de habilidades motoras. Existen cuatro fases de desarrollo motor: la fase de movimiento reflexivo, la fase de movimiento rudimentario, la fase de movimiento fundamental y la fase de movimiento especializado.1
La fase de movimiento fundamental se produce entre los 2 y los 7 años de edad, cuando los niños adquieren el control de sus habilidades motoras gruesas y finas. Durante esta fase, los niños aprenden las habilidades básicas de estabilidad, locomotoras y manipulativas.2 Las habilidades de estabilidad, no locomotoras, incluyen acciones estacionarias, como doblarse, girar y estirarse. Las habilidades locomotoras implican desplazamientos, como correr y saltar. Las habilidades manipulativas implican el control de un objeto, como botar y atrapar una pelota.3
Pasando de lo simple a lo complejo, una progresión lógica de las habilidades motoras es esencial para que los niños alcancen un desarrollo motor óptimo. Los niños aprenden a caminar antes de correr; a doblarse y estirarse antes de retorcerse; y a lanzar una pelota a distancia antes de lanzarla con precisión.4 La mayoría de los niños aprenden las habilidades de movimiento fundamentales en la misma secuencia. A medida que maduran, las células nerviosas realizan más conexiones y los músculos del cuerpo se fortalecen. Hasta que el cerebro no esté lo suficientemente maduro y los músculos sean lo suficientemente fuertes para una determinada habilidad motriz, el niño no conseguirá dominarla.5
Las 4 fases del desarrollo motor de Gallahue
Ser físicamente activo es una parte importante para que los niños crezcan sanos. Construir una base temprana de actividad física es fundamental para mantenerse activo durante toda la vida, pero puede requerir algo más que pasar tiempo al aire libre corriendo y jugando. Los niños necesitan desarrollar su fuerza, aprender las habilidades básicas de movimiento y también desarrollar sus habilidades motrices perceptivas.
A diferencia de las habilidades de movimiento fundamentales que forman los bloques de construcción para el movimiento, como saltar, correr o mantener el equilibrio, el desarrollo motor perceptivo conecta las habilidades perceptivas o sensoriales de los niños (el cerebro) con sus habilidades motoras (el cuerpo) para que puedan realizar una variedad de movimientos e interactuar con confianza con su entorno (1). El desarrollo de la motricidad perceptiva implica enseñar a los niños movimientos relacionados con el tiempo (por ejemplo, moverse rápido o lento), la dirección (moverse hacia delante, hacia atrás o hacia un lado) y la conciencia espacial (por ejemplo, cruzar el brazo del lado derecho del cuerpo al izquierdo o golpear el suelo con el talón).
Etapas del desarrollo motor de los bebés
Todas las tareas que realizamos necesitan la coordinación y el apoyo adecuados de los músculos y tejidos del cuerpo. Esta coordinación entre los músculos, el movimiento y el funcionamiento se denomina habilidad motora. Estas habilidades comienzan a desarrollarse desde una edad temprana en la infancia y son importantes para el buen funcionamiento del cuerpo. Hay dos tipos de desarrollo motor: la motricidad gruesa y la motricidad fina. La motricidad gruesa se centra en los grandes músculos presentes en el cuerpo, mientras que la motricidad fina se basa en los movimientos y controles finos que se realizan. Hoy comprenderemos los diferentes tipos de movimientos y las etapas de desarrollo de estas habilidades.
Las habilidades motoras son importantes porque se utilizan en la vida cotidiana. Contamos con el Dr. Sumeet Nigam, médico general del Hospital Sahara, para hablarles de las diferentes habilidades motoras y su importancia. Incluso las funciones o movimientos más pequeños, como sentarse, ponerse de pie o caminar correctamente, necesitan estas habilidades motoras. Las habilidades motoras son básicamente la coordinación que el cerebro tiene con los músculos del cuerpo para realizar casi todas las actividades y movimientos.