Motor de combustión interna deutsch
Un motor de combustión interna es una máquina fluidomecánica que convierte la energía química de la mezcla de combustible y aire en energía mecánica tras un proceso de combustión en el cilindro de trabajo. En la combustión, la energía contenida en el combustible se libera mediante su ignición y posterior oxidación dentro del motor.
Los motores Otto y diésel tienen los mismos elementos principales (bloque motor, pistón, biela, cigüeñal, válvulas y culata) y contienen los mismos sistemas (suministro, distribución, encendido, refrigeración y arranque del combustible) excepto algunos elementos específicos, como el carburador para el motor Otto o el inyector para el motor diésel.
Es importante estudiar las emisiones de combustión de estos motores ya que son uno de los principales contaminantes en la actualidad. Aunque los valores de contaminación no son representativos individualmente, son una fuente nociva cuando se refieren en su conjunto, teniendo en cuenta que los motores están instalados en la mayoría de los vehículos de motor.
El Calorímetro de Gases de Escape Controlado desde Computador (PC), “TBMC-CG”, está montado sobre un bastidor de perfiles de aluminio laminado y paneles de acero pintado.El elemento principal consiste en un tanque de doble pared fabricado en acero inoxidable. A través del interior del tanque se…
Vehículo con motor de combustión interna
Un motor de combustión interna (motor ICE o motor IC) es un motor térmico en el que la combustión de un combustible se produce con un oxidante (normalmente aire) en una cámara de combustión que es parte integrante del circuito de flujo del fluido de trabajo. En un motor de combustión interna, la expansión de los gases a alta temperatura y alta presión producidos por la combustión aplica una fuerza directa a algún componente del motor. La fuerza se aplica normalmente a los pistones (motor de pistón), a los álabes de la turbina (turbina de gas), a un rotor (motor Wankel) o a una tobera (motor de reacción). Esta fuerza mueve el componente a lo largo de una distancia, transformando la energía química en energía cinética que se utiliza para propulsar, mover o impulsar cualquier cosa a la que esté unido el motor. Esto sustituyó al motor de combustión externa para aplicaciones en las que el peso o el tamaño de un motor eran más importantes[1][2][3].
El primer motor de combustión interna con éxito comercial fue creado por Étienne Lenoir hacia 1860[4] y el primer motor de combustión interna moderno fue creado en 1876 por Nicolaus Otto (véase el motor Otto).
Motor de combustión interna f1
Los grandes avances tecnológicos han permitido aumentar la eficiencia de los motores de combustión interna para ahorrar combustible y reducir considerablemente las emisiones contaminantes asociadas. La preocupación por la ecología está en el centro de la investigación sobre el desarrollo de los motores.
Durante cada ciclo, la combustión de la mezcla de combustible (mezcla aire-combustible) en la cámara provoca un aumento de la presión de los gases que impulsa el pistón y el sistema del cigüeñal. Como el cigüeñal está conectado a los componentes de la transmisión mecánica (cajas de cambio, ejes de transmisión, etc.), su movimiento impulsa las ruedas del vehículo.
El rendimiento del motor depende, en primer lugar, de la cantidad de energía generada por la combustión y, por tanto, de la cantidad de mezcla de combustible presente en la cámara de combustión. Así pues, está directamente relacionado con el volumen de la cámara (cilindrada unitaria), el número de cámaras o cilindros del motor (cilindrada total) y la cantidad de combustible inyectado.
El término hace referencia al hecho de que se necesitan 4 carreras distintas para convertir la energía química contenida en el combustible en energía mecánica. Cada carrera corresponde a media rotación del cigüeñal (un movimiento hacia arriba o hacia abajo del pistón). Las carreras 1 y 4 están dedicadas a la transferencia de gases (admisión de gases frescos y expulsión de gases de escape), mientras que las carreras 2 y 3 son necesarias para la preparación de la combustión, seguida de la combustión propiamente dicha y su transformación en energía mecánica.
Historia del motor de combustión interna
Mientras que en el pasado la tendencia era más hacia los motores atmosféricos con conceptos de altas revoluciones, en los últimos años se ha producido un cambio hacia la reducción de tamaño: motores pequeños con turbocompresor. Los requisitos cada vez más estrictos en cuanto a consumo de combustible y emisiones de gases de escape hacen que la construcción de motores modernos sea un reto a todos los niveles.
La construcción ligera, la reducción de la fricción y las bajas emisiones de CO2 tienen la máxima prioridad. Para lograr estos requisitos, se imponen las máximas exigencias a la producción. En consecuencia, las especificaciones, ya de por sí estrictas, relativas a las tolerancias de forma y posición, así como a la calidad de las superficies, suelen reducirse aún más.
El rectificado de los árboles de levas y de los cigüeñales plantea exigencias muy elevadas a las muelas. Las condiciones cambiantes de funcionamiento y movimiento en la zona de contacto dificultan mucho la alimentación del lubricante refrigerante.
La turboalimentación de los motores aumenta el rendimiento de los motores de combustión interna. La tendencia actual al “downsizing” -motor de pequeña cilindrada y pocos cilindros- hace que la sobrealimentación mediante un turbocompresor vuelva a ser una opción atractiva.